POST DE PRUEBA
:) si esta funcionando bien .. SALUDOS A TODOS
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Un tipo llega a su casa y le dice a su mujer: "Te cuento Julia, que vengo de ver una película porno, y no te imaginas la cantidad de locuras que allí se ven.""Cómo así Cucho!... ¡Cuéntame!""No te imaginas cómo se quejan las mujeres cuando hacen el amor... ¿Sabes?, yo creo que eso nos falta para ponerle más sazón a nuestro matrimonio.""¿Te gustaría que yo me queje, Cucho?""Sería exelente, Julia. ¿Por qué no lo intentas?"Y efectivamente, la pareja se dispone a poner en práctica la novedad. En esa noche el hombre empieza a acariciarle los hombros a la mujer y ella le pregunta: "¿Empiezo a quejarme?""No, todavía no Julia."Continúa acariciándole la cintura, las piernas y la esposa nuevamente le pregunta: "¿Ahora ya me quejo?""Espera un poco más."A los 20 minutos el hombre sube a donde tiene que subir y empieza a hacer lo que tiene que hacer y le dice a su mujer al oído:"Ahora Julia, ahora ¡comienza a quejarte!""Ay, Cucho, los niños están cada día más insoportables; la lana que me das para el gasto diario no me alcanza; la bebé necesita zapatos nuevos; tu madre llama para joder todos los días; se acabó el gas; tenemos que comprar un refrigerador nuevo; ya no sé qué cocinar! ¿SIGO QUEJÁNDOME CUCHO?"
Si nos dejan nos vamos a querer toda la vida - si nos dejan nos vamos a vivir a un mundo nuevo - yo creo podemos ver el nuevo amanecer - de un nuevo dia. - Yo pienso que tu y yo podemos ser felices todavia - si nos dejan buscamos un rincon cerca del cielo - si nos dejan hacemos con las nubes terciopelo. - Y ahi juntitos los dos - cerquita de Dios - sera lo que soñamos - si nos dejan te llevo de la mano corazon - y ahi nos vamos. - Si nos dejan buscamos un rincon cerca del cielo - si nos dejan hacemos con las nubes terciopelo. - Y ahi juntitos los dos - cerquita de Dios - sera lo que soñamos - si nos dejan te llevo de la mano corazon - y ahi nos vamos. - Si nos dejan de todo lo demas nos olvidamos - si nos dejan
HUBO una vez un ermitaño que vivía en soledad en una ermita perdida en el monte y que se alimentaba de lo que buenamente encontraba en el campo; cuando no se cuidaba de su alimento, se dedicaba a la oración, que le llevaba la mayor parte de su tiempo.
Vivía de esta manera tan sencilla y escondida porque era hombre que nunca había pecado, ni de obra ni de pensamiento, y Dios, complacido con él, le envió un ángel para que todos los días le dejara un pan en la ermita, mientras el buen hombre dormía.
Hasta que un día, en el que se había alejado bastante de su ermita, se cruzó en su camino con una pareja de guardias que conducían a un preso y el ermitaño le dijo al preso:
-Así os veis los que ofendéis a Dios. La justicia os castiga y luego vuestra alma se la lleva el diablo.
Entonces Dios se ofendió mucho por el comentario del ermitaño, ya que a aquel hombre lo llevaban preso sin culpa alguna y, para mostrar su enfado, le dijo al ángel que no volviera a llevarle más pan.
Cuando a la mañana siguiente el ermitaño vio que el ángel no le había dejado pan, tal y como le ordenase Dios, comprendió que había cometido alguna falta y se echó a llorar, apesadumbrado.
Entonces vino el ángel trayendo una rama de zarza seca y le dijo:
-Dios te castiga por tu imprudencia, pues el preso al que acusaste ayer era inocente. No te traigo ya pan sino una rama de zarza seca que habrás de llevar siempre contigo y la usarás de cabecera cuando duermas; Dios no te perdonará hasta que broten de la zarza tres ramas verdes. Y desde ahora no vivirás del pan ni de los frutos del campo, sino que habrás de abandonar esta ermita y comer de lo que obtengas por limosna.
Apenas el ángel hubo dicho esto, la ermita desapareció, y con ella el ángel; y entonces el ermitaño sintió la soledad como un peso horrible, y volvió a llorar con gran amargura.
El ermitaño iba de pueblo en pueblo pidiendo limosna y, cuando dormía, se ponía la zarza como almohada.
Así vivía hasta que un día se le empezó a echar la noche encima sin avistar casa, ni pueblo, ni aldea y ya desesperaba de encontrar un lugar donde dormir cuando alcanzó a ver una luz en la lejanía y se apresuró hacia ella con el ánimo de cobijarse aquella noche.
Cuando llegó a la luz, vio que provenía de una cueva y el ermitaño gritó desde la boca:
-¡Ave María!
A sus gritos salió una vieja por saber qué quería y él le dijo que sólo buscaba un rincón donde echarse a pasar la noche. Pero aquella cueva era una cueva de ladrones y la vieja le aconsejó que se fuera porque si venían los ladrones lo matarían para que no los denunciase; pero al ver el cansancio y la soledad del ermitaño, la vieja se compadeció de él, porque además era una noche muy oscura, y lo escondió en el fondo de la cueva, donde no lo vieran los ladrones, que nunca llegaban hasta allí.
En esto llegaron los ladrones cargados de sacos, talegos y cofres, porque aquel día habían hecho un robo muy grande y era tanto el botín que decidieron llevarlo al fondo de la cueva. Y allí vieron al ermitaño y lo cogieron y lo sacaron afuera y el capitán de los ladrones le preguntó a la vieja quién era ese hombre y qué hacia escondido en el fondo de la cueva.
Y la vieja le contestó:
-Es un pobre de pedir limosna, que andaba perdido y venía buscando cobijo, pero mañana al hacerse el día se irá.
-¡Estúpida vieja! -dijo el capitán-. Mañana cuando se vaya correrá a escape a denunciarnos, pero yo lo he de matar ahora mismo.
Sacó su puñal para matar al ermitaño y la vieja, gimiendo y llorando, le pidió que no lo hiciera.
-¡No lo mates, que es un buen hombre y no dirá nada!
Entonces el ermitaño se adelantó hacia el capitán y dijo:
-Déjale que haga lo que quiera, mujer, que será designio de Dios. Porque yo vivía en una ermita solo y apartado y dedicado a la oración y porque ofendí a un preso que era inocente llamándole ladrón, Dios me ha castigado a vagar por el mundo viviendo de limosna y no me perdonará hasta que no broten tres ramas verdes de esta zarza seca que llevo conmigo.
Al escuchar esto, dijo el capitán:
-Vuélvete a tu rincón y mañana, apenas amanezca, te vas de aquí sin mirar atrás.
El ermitaño se fue a acostar y los ladrones se quedaron pensativos. Y la vieja dijo:
-Si Dios le ha castigado nada más que por un mal pensamiento ¿qué no hará con nosotros, que somos ladrones?
Y los ladrones siguieron pensativos hasta que el capitán les mandó acostarse a todos.
A la mañana siguiente, apenas amaneció, fue el capitán a ver si el ermitaño se había ido y lo encontró muerto en su rincón, con la cabeza apoyada en la zarza seca, a la que le habían brotado tres ramas verdes.
Llamó a los demás ladrones y les dijo que allí mismo quedaba deshecha la partida.
Los ladrones y la vieja se arrodillaron y se arrepintieron de todo lo malo que habían hecho hasta entonces, luego hicieron un hoyo a la entrada de la cueva y enterraron en él al ermitaño y la zarza y, dejando todos sus tesoros en la cueva, se marcharon cada uno por su lado para llevar otra vida. Y la zarza echó las tres ramas fuera y creció y se enmarañó tanto que cubrió por completo la entrada de la cueva y nadie volvió a saber de ella.
Hoy te tendría a mi lado, cual ángel corriendo a mí alrededor. Quise retener el tiempo en el viejo reloj. Repetirme que no podía ser cierto, la pena que llevo dentro. No tan solo recuerdo el día . Tu luz brilla y late por ti en mi pecho siempre. Cuanto OBSERVO la casa sin ti… sin tu risa tus laberintos , tus juegos a tu manera . No quise salir de aquella habitación que es tuyo . Tus cosas aún estan ahi tu olor permanece. Cuantas lágrimas brotaron de mis ojos al ver lo que te pasaba . Si el destino lo hubiera decidido de otra manera si no hubieras estado allí, quizá me hubiera tocado a mí. Pero todos nacemos con nuestras cosas distintas . Que pronto pasaran los días, los meses, ya se prendera una inmensa luz para ti.
Pero la desolación con tristeza no es para mas. Mi corazón como la nieve se endureció cual témpano helado; difícil de deshacer. Hijo de mi vida, ¿porqué no a mí? Con el tiempo entendí . Rogué tanto, mis lágrimas eran manantiales de descargas que me hundían más en el dolor . La ley de la vida es que los hijos entierren a sus padres .Los vean cuando son ancianos.
Que no me explique nadie, ni quieran saber, donde estuve, que fuerzas me arrastraron, para estar a tu lado. Cuando me avisaron, ese día , no imaginas como me senti . Como la Virgen María delante de la cruz llena de dolor. Vio a su hijo crucificado. Inmune, fría observaba, hasta que mis gritos se dispararon en el silencio. Y quedé abatida y me dormí. Mi cuerpo al igual que un muñeco de trapo; quedó estirado por el dolor.
Y de pronto un escalofrío rodeo todo mi cuerpo y una luz inmensa cegó mis ojos. Y escuché tu voz. Una música lejana mis oídos se abrieron. "Debes ser feliz. Mamá, ". "No debes llorar más por mí". "Ahora ya es tiempo de ser mejor". "Quiero ser grande y que mis alas me den libertad y mi farol se encienda". "No sufras más madre mía". "Mami; siempre estaré cerca de ti, debo evolucionar para volver pronto aquí".
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El Banco de China, uno de los más importantes del gigante asiático en términos de activos y depósitos, evalúa abrir oficinas en el PERU debido al creciente número de inversionistas chinos que hacen negocios en el país, informó hoy su vicepresidente ejecutivo, Chen Siqing.
“Todavía no tenemos una fecha definida para establecer nuestra subsidiaria en PERU, pero estamos muy interesados por la numerosa población china que hay en el país, así como por la cantidad de inversionistas que siguen llegando”, señaló el empresario.
Sostuvo que por el momento, una delegación del Banco de China se encuentra en Lima investigando el potencial del mercado peruano para luego tomar la decisión de establecer sus oficinas en el país.
El Banco de China acaba de abrir una subsidiaria en Sao Paulo (Brasil), y también están interesados en ingresar a otras naciones de América Latina, especialmente el Perú, pues existe un Tratado de Libre Comercio (TLC) bilateral que dinamizará las relaciones comerciales entre ambos países.
“China y Perú tienen una complementariedad muy profunda y la firma del TLC significa muchas oportunidades para más empresas chinas y también para sus bancos”, indicó.
Subrayó que con el acuerdo comercial, muchos empresarios chinos van a querer potenciar sus negocios con el Perú y muchos otros desearán comenzar a vender sus productos, por ello, el Banco de China está preparado para asesorarlos en su incursión al mercado peruano.ACUERDO CON INTERBANK El Banco de China suscribió hoy con el banco peruano Interbank un convenio de cooperación para la creación de un China Desk en Perú.
El China Desk significa la creación de un área en Interbank integrada por funcionarios del banco chino y funcionarios de la división internacional del banco peruano, quienes atenderán a sus clientes chinos que operan en el país a través de la plataforma de servicios del Interbank.-Debemos tener cuidado con esto,no es seria saludable para nuestro pais PERU.
El Rey Midas Midas fue un rey de gran fortuna que gobernaba en el país de Frigia. Vivía en un hermoso castillo rodeado de grandes jardines y bellísimas rosas. Era poseedor de todo tipo de objetos lujosos. Compartía su vida de abundancia con su hermosa hija Zoe. Aún repleto de riquezas, Midas pensaba que la mayor felicidad le era proporcionada por todo su oro. Comenzaba sus días contando monedas de oro... se reía... se reía y tiraba las monedas hacia arriba para que les cayeran encima en forma de lluvia! De vez en cuando se cubría con objetos de oro, como queriéndose bañar en ellos, riendo feliz como un bebé. Uno de sus acompañantes, de nombre Sileno, se quedó retrasado por el camino. Sileno, cansado, decide dormir un rato en los famosos jardines de rosas. El dios de la celebración muy agradecido por la gentileza de Midas, le dijo: "Me has dado tal placer al haber cuidado de mi amigo que quiero hacer realidad cualquier deseo que tengas". Midas respondió inmediatamente: "Deseo que todo lo que toque se convierta en oro". Dionisio frunció el entrecejo y le dijo: "Seguro que deseas eso?". A lo que Midas respondió: "Seguro, el oro me hace tan feliz!" Finalmente, Dionisio contestó reacio: "Muy bien, a partir de mañana todo lo que toques se transformará en oro". Al siguiente día, Midas, se despertó ansioso por comprobar lo que Dionisio le había prometido. Extendió sus brazos tocando una mesita que de inmediato se transformó en oro. Midas, saltaba de felicidad! Y continuó comprobando... tocó una silla, la alfombra, la puerta, la bañadera, un cuadro y siguió corriendo como un loco por todo su palacio hasta quedar exhausto y al mismo tiempo contentísimo! Se sentó a desayunar y tomó una rosa entre sus manos para respirar su fragancia. Sin reflexionar, se le ocurrió comer un granito de uva, pero casi se quebró una muela por morder la pelotita de oro que cayó en su boca. Justo en ese momento, su querida gatita saltó para sentarse con él, pero al querer acariciarla, quedó como una estatua dura y fría. Midas se puso a llorar: "Sentiré solamente cosas frías el resto de mi vida?", gritaba entre lágrimas. Midas quiso detenerla pero al instante una estatua de oro había quedado a su lado. El rey lloraba desconsoladamente. Finalmente levantó los brazos y suplicó a Dionisio: "Oh, Dionisio, no quiero el oro! Ya tenía todo lo que quería! Solo quiero abrazar a mi hija, sentirla reír, tocar y sentir el perfume de mis rosas, acariciar a mi gata y compartir la comida con mis seres queridos! Por favor, quítame esta maldición dorada!" El amable dios Dionisio le susurró al corazón: "Puedes deshacer el toque de oro y devolverle la vida a las estatuas, pero te costará todo el oro de tu reino" y Midas exclamó: "Lo que sea! Quiero a la vida no al oro!" Dionisio entonces le recomendó: "Busca la fuente del río Pactulo y lava tus manos. Este agua y el cambio en tu corazón devolverán la vida a las cosas que con tu codicia transformaste en oro". Midas corrió al río y se lavó las manos en la fuente, agradecido por esta oportunidad. Se asombró al ver el oro que fluía de sus manos para depositarse en la arena del fondo de la fuente. Rápidamente, llevó una jarra de agua para volcar sobre Zoe y rociar a la gata. Al instante, sonaba en el silencio la risa y la voz musical de Zoe y el ronroneo de la gata. Muy contento y agradecido salió Midas con su hija para buscar más agua del río Pactulo y así poder rociar rápidamente todo lo que brillaba de oro en el palacio. Gran alegría le proporcionó a Midas el observar que la vitalidad había retornado a su jardín y a su corazón. Aprendió a amar el brillo de la vida en lugar del lustre del oro. A partir de lo ocurrido, jamás dejó de disfrutar de la auténtica y verdadera felicidad La leyenda del Rey Midas es un mito clásico sobre la tragedia inevitable cuando la verdadera felicidad no se es reconocida. La vieja historia del rey Midas, (la codicia que lo dominaba), es aleccionadora y nos invita a pensar, reflexionar y darnos cuenta de las consecuencias que podemos atraernos siendo esclavos de nuestros propios deseos. Por suerte, el rey Midas reconoció su error a tiempo y pudo revertir semejante situación. En tiempos actuales, ese oro de la leyenda, se halla sustituido por el afán desmedido de poseer dinero, excesos de bienes, riquezas, comodidades, lujos, apariencias, poder, etc. Un individuo en estas condiciones puede llegar al extremo de cometer graves injusticias, mentir, robar, matar, delinquir, someter a su familia y toda una sociedad a las nefastas consecuencias que el mundo ya ha experimentado en su larga historia. Comienza, entonces, una perturbación psíquica y física que aleja al individuo del verdadero sentido y propósito de la vida Donanfer
Compartieno este tema . Existían millones de estrellas en el cielo. Estrellas de todos los colores: blancas, plateadas, verdes, doradas, rojas, azules.
Un día, inquietas, ellas se acercaron a Dios y le dijeron: - Señor Dios, nos gustaría vivir en la tierra entre los hombres. - Así será hecho, respondió el Señor. Las conservaré a todas ustedes pequeñitas, como son vistas para que puedan bajar a la tierra. Cuéntase que, en aquella noche, hubo una linda lluvia de estrellas.Algunas se acurrucaron en las torres de las iglesias, otras fueron a jugar y a correr junto con las luciérnagas por los campos, otras se mezclaron con los juguetes de los niños y la tierra quedó maravillosamente iluminada. Pero con el pasar del tiempo, las estrellas decidieron abandonar a los hombres y volver para el cielo, dejando la tierra oscura y triste.- Por qué volvieron? Preguntó Dios, a medida que ellas iban llegando al cielo. - Señor, no nos fue posible permanecer en la tierra, allí existe mucha miseria y violencia, mucha maldad, mucha injusticia. Y el Señor les dijo: - Claro! El lugar de ustedes es aquí en el cielo. La tierra es el lugar de lo transitorio, de aquello que pasa, de aquello que cae, de aquel que yerra, de aquel que muere, nada es perfecto. El cielo es el lugar de la perfección, de lo inmutable, de lo eterno, donde nada perece.Dios habló de nuevo: - Nos está faltando una estrella. Será que se perdió en el camino? Un ángel que estaba cerca replicó: - No Señor, una estrella resolvió quedarse entre los hombres. Ella descubrió que su lugar es exactamente donde existe la imperfección, donde hay límite, donde las cosas no van bien, donde hay lucha y dolor.- Que estrella es esa? Volvió Dios a preguntar. - Es la Esperanza Señor. La estrella verde. La única estrella de ese color.Y cuando miraron para la tierra, la estrella no estaba sola. La tierra estaba nuevamente iluminada porque había una estrella verde en el corazón de cada persona.Porque el único sentimiento que el hombre tiene y Dios no necesita retener es la esperanza. Dios ya conoce el futuro y la Esperanza es propio de la persona humana, propia de aquel que yerra, de aquel que no es perfecto, de aquel que no sabe como será el futuro. Recibe en este momento esta estrellita en tu corazón, la esperanza, tu estrella verde. No dejes que ella huya y no permitas que se aparte.Ten certeza que ella iluminará tu camino, sé siempre positivo y agradece a Dios todo. Se siempre feliz y contagia con tu corazón iluminando a otras personas.
Érase una vez una pequeña isla, donde vivían todos los sentimientos: La Alegría, la Tristeza, la Vanidad. la Sabiduría, el Amor y otros.
Un día avisaron a los moradores de esta isla, que ésta iba a ser inundada. Muy asustado el Amor, se preocupó para que todos los sentimientos se salvasen. El avisaba a todos: "Huyan...la isla va a ser inundada...huyan".Todos corrieron y se embarcaron en lanchas para ir, hasta una montaña muy alta. Sólo el Amor no lo hizo, él quería estar un poco más en la isla. Cuando el agua se acercaba cada vez más, él corrió a pedir ayuda.Vio pasar a la Riqueza y le dijo: "Riqueza ¡me llevas contigo?: y la riqueza le dijo: "No puedo, mi lancha esta llena de oro y plata y tú no vas a caber".Pasó entonces la Vanidad y el Amor le pidió:"Vanidad ¡me llevas contigo?" ; y la vanidad le dijo. "No puedo, porque vas a ensuciar mi lancha nueva".Pasó entonces la Tristeza, y le dijo: "Tristeza ¡puedo ir contigo?"; y la tristeza le dijo:"Oh amor, estoy tan triste que prefiero ir solita".Luego pasó la Alegría, mas la alegría estaba tan alegre que no vio al Amor.Ya desesperado al saber que moriría ahogado; el Amor comenzó a llorar. Pasó entonces un barquito y le dijeron: "!Sube Amor, yo te llevo!". Y el Amor subió.Estando ya en la parte alta de la montaña, el Amor le preguntó a la Sabiduría: "Sabiduría, ¡Quién era el del barquito que me trajo hasta aquí?Y la Sabiduría le dijo: El Tiempo.El Amor le replicó: ¡El tiempo?; pero ¡por qué sólo el Tiempo me quiso traer?.Y la Sabiduría le contestó: "Porque sólo EL TIEMPO es capaz de ayudar a entender a un GRAN AMOR".